Una guía para mejorar tu concentración al diseñar

Guía para recuperar la concentración al diseñar

Desde hace varios años, cada semana (¿día?) aparece una nueva “cosa” que requiere nuestra atención. Con la llegada de los teléfonos inteligentes, todo el mundo trata de robarte tu concentración mediante mensajes, llamadas, redes sociales, vídeos…

Y “con todo el mundo” no me refiero a tu propia familia o amigos, me refiero a prácticamente cualquier empresa. Empezando por Facebook, Twitter e Instagram.

En resumen, hay una tonelada de maneras con las que pierdes el foco. Y se está convirtiendo en una habilidad cada vez más preciada y difícil de encontrar.

Personalmente, llevo varias semanas tratando de recuperar mi concentración. No sé en qué momento la perdí, pero es momento de traerla de vuelta.

Y de esto trata lo que leerás a continuación. Verás por qué es importante la concentración al diseñar y cómo recuperarla con “trucos” sencillos.

¡Vamos allá!

¿Por qué necesitas concentrarte?

Puede parecer una pregunta tonta, pero es importante que seas consciente de qué implica de verdad.

Probablemente, cuando estás trabajando haces lo mismo que yo: tienes el móvil encima de la mesa o en el bolsillo, y prácticamente en el mismo momento en el que lo ves vibrar o que se ilumina la pantalla, lo coges.

Esto interrumpe tu hilo de pensamientos y rompe por la mitad la tarea que estabas haciendo.

Y dirás: “Pero no es tan grave, Cris. Cuando lo leo, dejo el móvil otra vez y vuelvo a empezar”. Ya. Pero justo aquí está el problema.

Lo que estás haciendo es cambiar de una tarea a otra constantemente, agotando más rápido tu cerebro y reduciendo tu productividad hasta un 40%.

Si estás diseñando, tu cerebro te ayuda a desarrollar tu tarea, proporcionándote los recursos que necesitas. Cuando suena el móvil, desvías la atención y su foco hacia la pantalla que brilla. Cuando coges el móvil, le obligas a focalizarse en leer y entender qué pone allí. Y de vuelta a la tarea de diseño.

Haciendo esto lo que tenemos es una concentración dispersa, que genera más propensión a cometer errores y nos deja con la sensación de que “no hemos hecho nada”.

Para hacer un buen trabajo debes concentrarte al máximo, utilizando toda tu energía en entender y resolver el problema que tienes delante.

Cómo recuperar tu foco al diseñar

A continuación te explico cómo estoy consiguiendo recuperar el control sobre mi capacidad de concentración.

Y digo “estoy consiguiendo” porque no es algo que se logre de hoy para mañana: requiere disciplina y responsabilidad.

Cuida tu cuerpo y tu mente

Todo lo que ingieres es combustible para tu cuerpo y tu cerebro. Si lo llenas de bebidas con gas, comida rápida y malos hábitos, es como si le estuvieras mezclando agua con la gasolina.

  • Come bien: y con “bien” no me refiero a que te conviertas en un/a obses@ de la comida, sino que empieces a tomar decisiones conscientes cuando pidas comida o cuando cocines. Te sorprendería la de veces que eliges comer algo solo porque los demás también lo piden y tú ni siquiera lo piensas.
  • Muévete un poco: no hace falta que vayas al gimnasio 7 días a la semana. Obviamente ir al gimnasio te irá bien, pero en realidad suficiente con andar hacer algún paseo cuando te satures. Eso sí, sin el móvil.

Prepara tu entorno

Si te pasa como a mi, seguramente te distrae todo lo que tienes en la mesa o cerca de ella. Trata de ordenarla y tener a mano solo lo que necesitas para trabajar.

Por ejemplo, lo que trato de hacer es dejar el móvil boca abajo y en silencio o en modo avión…, utilizar auriculares (los necesitas sí o sí en una oficina abierta o si te rodea mucho ruido).

Y si trabajas en casa, intenta no trabajar en la misma habitación en la que tengas la TV, consola u otros aparatos que te distraigan.

Planifica (y usa la técnica del Pomodoro)

La Ley de Parkinson establece que el tiempo que tardas en realizar una tarea se expandirá usando todo el tiempo disponible.

Así que: define qué objetivo quieres alcanzar y qué día. Así encontrarás los espacios necesarios.

Sino, la tarea se irá expandiendo e irá ocupando semanas. Eso sí, a trocitos de concentración.

Para trabajar en estos objetivos puedes usar la técnica del Pomodoro: tú defines bloques de concentración y te dedicas solo a esa tarea durante ese periodo de tiempo.

Por ejemplo, estoy escribiendo este artículo en bloques de 25 minutos, con 5 minutos de descanso entre ellos.

Y ojo, que en los momentos de descanso no se trata de usar el móvil o redes indiscriminadamente y a lo loco. Suelo aprovechar estos 5 minutos para estirar la espalda, moverme un poco y, si hay algo muy urgente, contestar a algún mensaje.

¿Que qué ganas con esta técnica? El Pomodoro te obliga a escribir a qué dedicas cada bloque y al finalizar el día, tendrás un registro de qué has hecho y con ello mejorará tu sensación de “hoy no he hecho nada” 😉

Ah… y tiene un efecto colateral: al tener que ponerle nombre a las tareas, te obliga a planificar y asegurarte que estás haciendo justo lo que debes hacer en ese momento.

Si usas Apple puedes descargarte Be Focused, que está disponible para ordenador, móvil e iPad. En Android tienes Focus To-Do.

Escribe todo lo que se te ocurra

A menudo, cuando nos enfrascamos en una tarea de diseño, suelen surgir pensamientos divergentes que nos traen nuevas ideas que podemos aprovechar en el proyecto actual o en otro o nos recuerdan otras cosas que deberíamos hacer.

Lo ideal es tener una libreta al lado para ir apuntando todo esto y después revisarlo.

Acabará convirtiéndose en una lista de “cosas que hay que hacer”, pero al estar allí escritas puedes liberar tu memoria de ellas y seguir concentrándote en tu tarea actual.

Qué, ¿empiezas a trabajar en ello?

Espero que después de leer este artículo ya estés empezando a pensar cómo esconder tu teléfono y cómo organizarte las horas.

Quizás también estás empezando a ser consciente de la cantidad de horas en las que no eres productiv@ (aunque creas que sí). ¡Y eso si no contamos con que perdemos un 40% de la eficiencia!

Como diseñadores, trabajar en bloques es muy importante: resolvemos problemas de diferente complejidad, pero para lograrlo debemos tener el foco suficiente para poder entenderlos bien. Sino, vamos a resolver el problema equivocado.

Hoy es el día que dejas de distrarte y empiezas a poner foco en el foco (sí, tenía que escribirlo). Ve a preparar tu entorno y comparte el artículo entre tus compañer@s y amig@s 😉