No sigas las tendencias en UI… piensa.
Llevo unos cuantos años en la profesión, suficientes como para haber oído varias veces frase del estilo:
Me gusta lo que hace Facebook, ¿puedes copiarlo?
Esta página es nuestra competencia. Nos gustaría tener algo igual.
Estos iconos de [cualquier app] me gustan. ¿puedes hacerlos con el mismo estilo?
Y así hasta el infinito.
Pero copiar una tendencia es lo peor que puedes hacer.
Sigue leyendo y entenderás por qué.
Las tendencias en diseño
Durante tu día a día recibes decenas -por no decir centenares- de impactos de interfaces y tu cerebro las absorbe absolutamente todas.
Esto hace que te acostumbres a encontrarte con un determinado patrón de UX o una forma concreta de resolver las navegaciones laterales o las ventanas emergentes. Al igual que al resto de la población, esto te genera un marco mental de referencia al que te acostumbras.
Fíjate sino qué pasa entre la eterna batalla entre usuarios de Apple y Android (o Windows). El hecho de estar día a día interactuando con una interfaz concreta define tu marco mental y hace que todo lo que no entre allí dentro sea “raro”.
En mi caso hace más de 10 años que uso Macbook y si me sacas de allí me convierto en un cero a la izquierda a la hora de interactuar con un ordenador. Durante un tiempo tuve un Android (venía de iPhone) y todavía hay cosas que espero que se comporten de un modo… y lo hacen de otro.
Lo malo es que no tienes control sobre las tendencias en diseño. Ni tú ni -casi- nadie. Cuando Apple actualizó a iOS 7 (2013) y cambió de esqueumórfico a flat, no hubo más remedio que seguir la corriente.
Con solo una notificación, cambió cómo se diseñaban las interfaces. Y después apareció en escena Google con su Material Design, que en 2014 afianzó todavía más el aspecto flat.
Y ale, tod@s a diseñar igual.
Igual, hasta que “ellos” cambien y todos vayamos detrás.
La influencia de los “grandes”
Los comentarios que te ponía arriba hechos por ex-clientes míos tienen su sentido.
Casi tod@s estamos siendo impactados constantemente por las mismas empresas, que son quienes guían las tendencias existentes en diseño. Te escribo algunas, aunque estoy segura de que coincidiremos bastante:
- Sistemas operativos: iOS, Windows y Android
- Webs: Google (y todos sus productos), Facebook, Amazon…
- Aplicaciones: Facebook, WhatsApp, Instagram, Twitter, Telegram, Uber, Spotify, Netflix…
Mientras se mantengan estables todo está bien, pero imagínate que Google cambia por completo Material Design.
Miles -o millones- de webs y aplicaciones se verán instantáneamente desactualizadas. Esto obligará a las empresas a volver a invertir en diseño o a asumir que se quedan desfasadas visualmente.
Aunque no quiero ser catastrofista… hay formas de solucionarlo 😉
El diseño sigue a la función
Sí, he pervertido “un poco” un clásico de la Bauhaus («la forma sigue a la función»), pero déjame que me explique con el siguiente fragmento escrito por Bruno Munari en Design as Art:
While a job is in hand, be it a lamp, a radio set, an electrical gadget or an experimental gadget, his sole concern is to arrive at the solution suggested by the thing itself and its destined use.
Therefore different things will have different forms, and these will be determined by their different uses and the different materials and techniques employed.
Lo que Munari quiere decir con este fragmento es que la parte estética de lo que se está diseñando depende única y exclusivamente de lo que estás diseñando.
No debe depender de qué está de moda, de si los botones deben hacerse con o sin sombra o si hay que usar esta tipografía o la de más a la izquierda.
El diseño resultante debe estar ligado al producto y a la marca. No a las tendencias y a lo que «se lleva ahora».
A menudo pienso que como diseñador@s tenemos tendencia a trabajar para quitarnos el trabajo de encima y le dedicamos menos cariño a los proyectos del que nuestros antecesores dedicaban cuando diseñaban cualquier pieza.
El diseño UI que se dé por definitivo debe ser el perfecto para ese proyecto. Que nada más se le pueda añadir ni quitar, que sea justo lo que pide.
Pero Cris, ¿y los límites del proyecto?
Seguramente tendrás en mente algún proyecto que no encaje en todo esto que has leído y te parecerá un punto de vista muy naíf (o muy obvio, que también).
Todos los proyectos digitales sufren de timings difíciles, requisitos de negocio, dificultades o limitaciones técnicas, etc.
Todo lo que te comentaba antes parte de cómo enfoques el proyecto. Cuando Munari habla de “… the solution suggested by the thing itself” se refiere justo a esto: la solución la dicta el propio proyecto y las circunstancias que le rodean.
Conclusiones
Y yo te pregunto: ¿quieres que te valoren por diseñar como pide el producto o diseñar bien siguiendo las tendencias?
El segundo camino es el más fácil, pero es el que te convierte en un@ más.
El primer camino, en cambio, requiere más esfuerzo, reflexión y dedicación, pero la recompensa puede ser mayor: acudirán a ti por el enfoque y tu trabajo y de rebote tú mism@ te sentirás más segur@ de tu trabajo y tus capacidades.
Tú eliges 🙂