Las herramientas no te convierten en diseñador
Empecé a “diseñar” páginas web con 11 años trasteando con Photoshop y copiando -literalmente- todo lo que veía en internet y me gustaba.
Todo lo que aprendía lo hacía alrededor de esa herramienta: cómo hacer máscaras, añadir efectos a los textos, hacer el efecto glossy en un botón, recortar imágenes utilizando la varita mágica, cortar un diseño en sectores para exportarlo después a HTML con tablas, los mejores atajos de teclado, etc.
Si, justo esto:
Es decir, centré mis esfuerzos en la herramienta en lugar de aprender teoría del diseño.
En aquél momento no era ni consciente de que existía una profesión de diseñador como tal. Creía que sabiendo utilizar la herramienta al detalle ya me llevaba a hacerlo bien.
Qué maravilloso error.
Sabes usar las herramientas… ¿y qué?
Antiguamente -desconozco si todavía se sigue esta metodología-, a los desarrolladores se les enseñaba a programar escribiendo el código a bolígrafo y papel. Sí, has leído bien.
Haciéndolo de esta forma eran más conscientes de por qué escribían cada línea, ya que no podían equivocarse, y también pensaban en la teoría y la lógica detrás de lo que estaban haciendo.
Los diseñadores tenemos un problema de base inmenso. Nos piden que diseñemos una aplicación y vamos corriendo a abrir nuestro programa favorito, cualquier página de fuentes descargables y empezamos a mover objetos de un lado para otro.
Y nos olvidamos que diseñar es resolver problemas. No usar X o Y herramienta.
Debemos conocer los fundamentos de UI, la teoría del color, lo máximo posible sobre tipografías y su buen uso, conceptos de marketing y producto, etc.
Metodología de trabajo «sin herramientas»
Quizás mi metodología es un poco «exagerada», pero jamás empiezo a diseñar nada sin antes bocetar en un papel con un lápiz.
¿Por qué?
Sencillamente, porque no quiero que la herramienta condicione el resultado.
Cuando utilizaba Photoshop de entrada, inmediatamente condicionaba mi resultado a lo que sabía hacer en ese momento. Eliminaba mi capacidad de pensar “más allá”, porque me limitaba.
Si quieres una conclusión, es justo esta: las herramientas limitan el resultado y tu capacidad de reflexionar sobre el problema y su solución.
Ponte a pensar y diseñar con un papel y después busca cómo hacer eso con el programa que sea necesario en ese momento. Si es Sketch, Sketch. Si es otro, utiliza ese otro.
Sobrevive a la vorágine
Casi cada día salen al mercado nuevas herramientas en beta que supuestamente nos salvará la vida porque nos solucionará un problema que no sabíamos que teníamos (¡viva el marketing!).
Puede que incluso te cruces con varios artículos enlazados en Twitter que tienen títulos al estilo «El mejor listado de herramientas de diseño online 2017», «9 herramientas que todo diseñador web debe conocer», etc.
Tenemos una herramienta que mezcla diseño de UI con prototipos, otra que te permite hacer prototipos super interactivos y animados, otra que te permite ilustrar un workflow, otra que…
Como ves, no tiene ni pies ni cabeza pretender conocerlas todas y saberlas usar a la perfección. Básicamente porque acabarás como Homer.
Lo más apropiado para conservar la cordura es lo que te comentaba en el párrafo anterior:
- Piensa en el problema que hay que resolver
- Ponte a bocetar distintas formas de enfocarlo
- Escoge una solución y desarróllala
- Cuando la tengas definida, busca qué herramienta te permite alcanzar el resultado que tienes en mente.
Y tú, ¿qué piensas sobre ello?