Aprende a explicar el valor del diseño
Cualquier diseñador/a, en algún momento de su carrera:
«Llevo días trabajando en este proyecto, estudiando al usuario, haciendo pruebas y tests, diseñando… ¿pero para qué? No entienden que con todo esto aporto valor al negocio, que no es solo ponerlo bonito y ya»
¿Te suena?
Estoy bastante convencida de que en algún momento has sentido que te invadía la frustración al ver que otras personas del equipo (o el cliente) no entendían tu trabajo y el valor que ofreces.
En este artículo te explicaré paso a paso y desde mi propia experiencia, cómo explicar el valor que aportas tú como diseñador/a. Eso sí, te aviso de que hay alguna «hard truth» que tendrás que aceptar.
¡Vamos allá!
El valor de las (otras) profesiones
Dale un par de vueltas a esto:
- Cuando viene el electricista a tu casa ya sabes que viene a resolver el problema que tienes con la luz de la cocina.
- Cuando vas al médico, sabes que saldrás de allí con un plan para solucionar tu problema de salud.
- Cuando vas a la peluquería, sabes que al salir tendrás el corte de pelo que querías.
Podría estar escribiendo frases así durante horas.
Y cuando llegara al diseño tendría problemas para ponerlo en palabras. El valor que da el diseño no es tan obvio como en la gran mayoría de profesiones y esto nos dificulta enormemente explicarlo. Porque no, no es solo «ponerlo bonito».
Si pudiéramos explicarlo bien habría menos diseñador@s estresad@s y nos quejaríamos menos en las mesas redondas, conferencias, conversaciones informales y… en Twitter.
No es imposible, pero tienes que poner de tu parte.
Busca LA métrica
El «data-driven design» está en boca de casi tod@s: el diseño guiado por los datos. Pero, de nuevo… ¿qué significa esto? ¿qué datos? ¿por qué este dato y no otro?
En artículos anteriores he escrito sobre la importancia de hablar el idioma de negocio o de cómo medir UI/UX con Google Analytics. Y nada de esto sirve si no sabes qué métrica es relevante para el negocio.
Y no, no es trabajo exclusivo de tu Product Owner (o Project Manager). Tener presente qué le importa a negocio (como ente) te permitirá poder aportar tu grano de arena ayudando en su concreción.
Por ejemplo, en Holaluz queremos conectar las personas a la energía verde. ¿Cómo se consigue esto? Pues incrementando la cantidad de clientes —muy loco, lo sé—. A raíz de esta premisa nacen propuestas y proyectos que se van desarrollando durante el año.
Con este conocimiento, el equipo de diseño que está en el equipo de ventas puede proponer y trabajar en proyectos orientados a esa métrica / objetivo. Esta acción otorga un lenguaje común y hace más fácil la comunicación con el resto de departamentos, porque ven que el trabajo que se realiza en diseño está orientado a LA métrica.
Cuando estudiaba diseño recuerdo a un profesor que siempre me decía que nuestro trabajo era tangibilizar las ideas. Y pienso que es justo aquí donde diseño aporta valor: en recoger las ideas y saber bajarlas a algo tangible: un wireframe, un prototipo o una propuesta a implementar.
De diseño a valor de negocio
Claro, aquí el tema está en: ¿cómo explico que el wireframe que estoy haciendo sirve a esa métrica?
Porque no va a valer decir «nosotr@s trabajamos orientad@s a LA métrica» si no eres capaz de demostrarlo y/o explicarlo.
Saber qué es lo que se quiere conseguir no es sinónimo de ponerse a diseñar a lo loco. Sigue tu proceso de diseño y primero recopila toda la información que es relevante para la tarea.
Si viendo Hotjar detectas que el usuario se pierde en una parte del formulario, detecta y describe qué mejoras habría que hacer allí.
Con este checklist (llámalo como quieras) puedes empezar a desarrollar la nueva propuesta, ahora con la posibilidad de explicar que cambias ese formulario de orden (o formato) porque detectas que el usuario no sabe cómo se usa, o que añades paginación porque es un proceso muy largo y es mejor no mostrar el formulario entero de entrada (no me hagas pensar).
Ponle números
Imagina que la empresa en la que trabajas invierte 250.000€ al mes en publicidad. Esto genera 500.000 visitas a la web y de todas ellas, son 18.000 los usuarios que terminan haciendo una compra.
Esto significa que la web tiene un ratio de conversión (CR) del 3,6% y que cada usuario que compra cuesta 13,8€ (coste de adquisición o CPA).
Incrementar el ratio de conversión de 3,6% a, pongamos, un 4%, haría que en lugar de 18.000 estuviéramos hablando de 20.000 y cada usuario que compra costaría 12,5€.
De modo que, con el cambio de diseño que estás proponiendo en el formulario, podrías lograr rebajar el coste de adquisición y conseguir optimizar la inversión en publicidad.
Estos números tendrás que buscarlos principalmente en el equipo de marketing o ventas, pero te dará un lenguaje común con tu Product Owner y trabajaréis más alinead@s.
Recapitulación
Poder explicar el valor de tu trabajo depende de ti. Al inicio cuesta bastante, porque en la escuela de diseño solo suelen explicar cómo se utilizan las herramientas y los conceptos básicos.
Pero te habrás dado cuenta ya de que trabajar en diseño no es solo utilizar Figma o Sketch durante 8 horas al día. Es comprender al usuario y al negocio a la vez que entiendes al resto de departamentos de la empresa (o al cliente, si eres freelance).
Con este artículo solo pretendo explicar un poco más en detalle qué hay detrás de «explicar el valor del diseño» y darte una pequeña guía de cómo empezar a hacerlo. Si aprendes a ponerle números podrás explicar mejor tu trabajo y complementarlo con lo que ya se le supone al diseño, que es tener en cuenta al usuario, mejorar la usabilidad, la parte estética, etc.
Como siempre, cualquier duda que tengas, déjala en los comentarios 🙂