Entrevista a Carlos de Toro, font developer en Dalton Maag
❖ ¡Hola, Carlos! Para aquellos que no te conocen, ¿puedes contarme un poco sobre ti y qué te llevó al diseño?
¡Hola! Mil gracias por invitarme a uiFromMars, es un gusto estar aquí contestando vuestras preguntas.
Pues bien, soy un niño de los 90. ¿Qué significa eso? Pues llegué al mundo en una época de bastantes cambios y viví de pleno el boom de lo digital y cómo la tecnología se implantaba en nuestras vidas.
Puedo decir que me crie de manera ligeramente analógica, pero también tengo el recuerdo bien claro de cómo el primer ordenador familiar con impresora de cartuchos llegaba a nuestra casa y todas las cosas que podías hacer con esa nueva máquina. También recuerdo jugar mucho a Pokémon amarillo en una Game Boy Pocket de color azul. O la Enciclopedia Encarta 95 siendo mi internet de aquel entonces y pasar horas saltando de un artículo a otro disfrutando de sus videos (de resolución diminuta, imagino), infografías y sonidos (escuchar 10 segundos de Changes de David Bowie, me fascinaba).
También recuerdo usar diferentes programas desde muy temprano (desde Paint, a Microsoft Publisher 95) para crear diferentes aplicaciones gráficas desde postales, calendarios, tarjetas de visita… Poco sabía por aquel entonces que aquello que tanto me divertía iba a ser la semilla muchos años después de un diseñador gráfico. También aprendí a mecanografiar en una escuela durante el verano usando una máquina de toda la vida, de esas que te machacan los dedos, gracias a la cual ahora de vez en cuando la gente elogia mi rapidez tecleando o picando código.
En este contexto crecí, siendo capaz de crear increíbles títulos para mis trabajos escolares o de Bachiller de Ciencias. También recuerdo alguno de mis compañeros, destacando el hecho de que las letras de esos títulos no eran las de sistema sino descargadas de Dafont.
Y así me planté como estudiante de Diseño Gráfico en Logroño, la ciudad de donde soy. Eso (y también el paso por un periódico y su sección de diseño) me llevaría a interesarme por el diseño editorial y mudarme a Barcelona para estudiar en la escuela EINA, donde de forma un poco inesperada, la tipografía y el diseño de letras llegaron a mi vida. Posteriormente (siempre con las letras en mi cabeza) pasé un tiempo en el mundo de la agencia como diseñador gráfico. Tengo experiencia en branding, editorial y packaging.
Y al final, decidí dar un giro bastante esperado, volando a Holanda tras ser aceptado en el Master Type and Media de KABK (Royal Academy of Arts Den Haag), que es uno de los mejores lugares en este planeta donde estudiar tipografía y diseño de letras. Un sueño hecho realidad teniendo de profesores a algunos de mis superhéroes del diseño. No solo una experiencia académica bestial (y dura) sino personal: plantarte en otro país tan diferente como Holanda, donde existe una cultura y respeto total por el diseño, pasa un año de tu vida dedicado a volver a ser un estudiante y compartir vida con puñado de apasionados como tú que vienen de literalmente todas partes del mundo, es algo que te cambia para siempre a muchos niveles. No hay vuelta atrás.
Y tras esa aventura, me mudé a Londres, donde actualmente resido trabajando para el estudio Dalton Maag.
❖ ¿Puedes compartir más sobre tu función actual como font developer en Dalton Maag y tus responsabilidades habituales?
En Dalton Maag creamos letras. Es una fábrica de tipografía donde toda la magia que envuelve a esta disciplina ocurre toda in-house. Hacemos letras para branding, retail y clientes corporativos de todo tipo. Son proyectos para el mundo real, letras que son usadas y leídas diariamente por prácticamente todo el mundo que tenga un ordenador, un smartphone y una conexión a internet: Netflix, Airbnb, BBC, Facebook, Nokia, DHL, Ducatti, FedEx… son algunos de los clientes para los que Dalton Maag ha trabajado.
Mi función como font developer (junto con el resto de mis compañeros) es la de idear, conceptualizar, diseñar y desarrollar letras. Desde los primeros bocetos e ideas hasta el lanzamiento de la fuente, eso incluye entre medias diseño, refinamiento, controles de calidad, ingeniería y una serie de procesos técnicos que convierten lo visual en una pieza de software lista para mostrarse de manera óptima en todo tipo de soportes.
❖ ¿Cómo fue el cambio de Logroño (España) a Londres? ¿Qué te llevó a dejar tu país?
Lo cierto es que el cambio no fue tan radical, sino que había pasado antes por otras ciudades antes como Barcelona y La Haya (Holanda), así que me adapto un poco a un ambiente más internacional antes de aterrizar en la jungla que Londres puede ser.
De este modo, no tuve muchos problemas de adaptación. No me quejo demasiado del tiempo porque La Rioja es también muy fría y lluviosa (incluso más) que Londres. Evidentemente, echo de menos cosas de casa, algunas comidas (o tener un pincho de tortilla esperándote en cada barra de un bar) y personas. Poco se habla de todas las cosas a las que los jóvenes emigrantes renuncian cuando hacen las maletas para volar a otro país y buscarse la vida, y el impacto que esto tiene en muchos aspectos, así como esa ligera deuda que algunos gobiernos van a tener con un par de generaciones.
Pero viendo el lado bueno de las cosas, hay que decir que vivir y disfrutar Londres es una oportunidad digna de ser disfrutada.
Las razones para mudarme fueron esencialmente laborales, tanto de condiciones, como de seriedad y como el deseo de poder trabajar en lo que me he formado y que tanto esfuerzo me ha costado a través de los años. Lamentablemente, en España no existe una industria, una seriedad y una tradición consolidada en torno a la tipografía de la misma manera que la hay en otros países del extranjero.
❖ ¿Puedes describir el proceso de diseño que sigues?
De manera personal mi proceso de diseño ha cambiado bastante en los últimos años y se ha visto muy influido por mi paso por Holanda. He aprendido a sentarme frente de la pantalla cuando es el momento apropiado, dedicando antes un tiempo a la investigación y las ideas. Intento disfrutar más del proceso y preocuparme menos del resultado final, que con una buena metodología, puede llegar a brillar.
Diseñar, prototipar y testear bajo las condiciones más similares posibles al producto final es también bastante importante. Sigo aprendiendo poco a poco a tomar conceptos de otras disciplinas más objetivas y técnicas e incorporarlas a mi flujo de trabajo, definiendo claramente cuáles son las partes más creativas y controladas por lo técnico.
En muchos proyectos personales, el boceto, dibujo a mano y probar herramientas muy diversas tiene también cabida. Al final he aprendido a abrir la mente al uso de una gran variedad de herramientas que pueden ser digitales, pero también analógicas para generar ideas igual de válidas.
❖ ¿Qué consideras que es más importante para escoger una buena tipografía para diseñar un producto digital?
Sobre todo es importante pensar en el usuario: ¿Quién es? ¿Qué idiomas habla y que alfabetos domina? ¿Cuál es su formación? ¿Cómo de familiarizado está con X formas? ¿Dónde va a ver usar ese producto? ¿Qué tipo de dispositivo o pantalla tiene entre sus manos?
Una vez conocido esto podríamos entrar en otros muchos aspectos (a veces ligeramente subjetivos) que también se ligan a la propia marca del producto digital como: ¿Qué deseamos expresar? ¿Cómo queremos sonar? ¿Cuál es el tono o voz de nuestro mensaje? ¿Son la voz y el tono gráficos que tenemos en mente válidos en todos los alfabetos y culturas? ¿Son esas soluciones accesibles?
De este modo, en resumen: Sería crucial pensar en los idiomas y alfabetos que nuestro producto soporta o soportará en el futuro y asegurarnos que la tipografía que hemos elegido cuenta con soporte para ellos. Tras ello habría que definir las necesidades tipográficas que dicho producto tendrá ¿Necesitamos varios pesos? ¿Necesitamos itálicas? ¿Necesitamos tipografías para texto? ¿Para display? ¿Necesitamos una versión con modo oscuro?, etc.
Al mismo tiempo que pasamos esos filtros (que a menudo reducen ya las posibilidades muchísimo) hay que tener muy en cuenta aspectos más formales como son legibilidad y legibilidad que vienen definidos por el diseño de una tipografía, sus proporciones y detalles. A menudo los diseñadores no son conscientes de cómo una mala elección tipográfica puede arruinar la experiencia de lectura y causar el hastío en un lector/usuario. Y el usuario (casi) siempre tiene la razón.
Y por último, de forma más superflua (pero no menos importante), sería observar características más de estilo y diseño, como detalles de los cuales nos podamos sentir atraídos a un nivel más estético, de tendencia, etc.
❖ Si echas un vistazo a tus últimos proyectos, ¿de cuál te sientes más orgulloso/a? ¿Por qué?
Por muchos motivos, mi proyecto final de Type and Media sigue siendo un proyecto que me enorgullece bastante. Esto es porque condensa en muy poco tiempo una cantidad inabarcable de experiencias, aprendizaje y esfuerzo.
Se trata de una tipografía para texto y títulos que requieren de una buena legibilidad pero sin perder la expresión de las formas orgánicas influenciadas por el uso de la herramienta de escritura. Busca un balance entre formas expresivas y características formales apropiadas para situaciones de lectura. Siendo así los estilos de textos más tímidos en expresión.
Sus itálicas son una exploración en el mundo de la legibilidad, especialmente en tamaños pequeños como pies de foto o explicativos. Son además estilísticamente un rápido contraste con las romanas (los estilos no itálicos).
Otro de los proyectos que podría destacar es mi recién lanzada tipografía Marble Arch, se trata de una enorme Fuente Variable con 2 ejes (peso y tamaños ópticos) y un total de 90 fuentes estáticas, pensada para resolver situaciones de diseño editorial desde 6 a 200 puntos. La tipografía se adapta a cada uno de esos tamaños, revelando o conteniendo diferentes características del diseño.
❖ ¿A qué desafíos de diseño te enfrentas en Dalton Maag?
Como estudio de tipografía que somos nos encontramos siempre ante una variedad enorme de desafíos de diseño. Los más interesantes suelen ser desde un aspecto más técnico y relacionado con las nuevas tecnologías. Sin embargo, para mí uno de los temas/desafíos que más me interesan desde hace años es el de proyectos multiscript: entender la tipografía como una disciplina global mucho más allá de nuestra mente latinocentrista.
En Dalton Maag desarrollamos proyectos con soporte a una gran variedad de alfabetos como (por citar algunos) son el latín, el griego, el cirílico, el árabe, el hebreo, el devanagari, el thai, el japonés, el chino y el coreano. Entender cada alfabeto como un ente propio que tiene sus propias reglas, connotaciones (interesante como ciertos estilos en algunos idiomas tienen sus connotaciones religiosas o políticas) y ser capaz de transmitir la misma idea y mensaje a través de todos estos alfabetos es un reto precioso y muy emocionante.
❖ ¿Cómo es tu espacio de trabajo?
❖ ¿Dónde vas en busca de inspiración?
La verdad que recientemente encuentro la inspiración en muchas disciplinas y lugares diferentes tan diversos como visitar un supermercado en un país lejano, caminar por la calle cámara en mano y sobre todo, revisar el pasado mirando libros viejos (preimpresión digital) y antiguos especímenes tipográficos: a menudo uno entiende que las soluciones gráficas para problemas de hoy han estado siempre delante de nuestros ojos y a veces lo ignoramos. Y revisitar el pasado para traer esa inspiración al presente actualizado es una forma también de rendirle tributo y no perder una parte de nuestra cultura y lo que somos.
También encuentro la inspiración en películas, directores que me gustan, portadas de disco, comics o incluso juegos de mesa. El crecer me ha enseñado a salir de la burbuja del diseño fuera de las horas de trabajo y saltar al mundo real durante un rato para disfrutarlo y las cosas que tiene que ofrecer.
❖ ¿Qué producto que has visto recientemente te hizo pensar que “este es un gran diseño”?
Creo que esta respuesta va a ser bastante inesperada, pero en vez de recomendar alguna pieza de diseño industrial que de vez en cuando me obsesiona como este Tocadiscos de Sonos o cualquiera de los productos de Teenage Engineering (no solo sus productos sino toda su marca, web y experiencia en sí misma), voy a responder con algo en lo cual me he centrado estas últimas semanas:
Es concretamente las cartas coleccionables y juego de rol, Magic The Gathering (contexto: me apasionan los juegos de mesa en general). Es un producto de nostalgia noventera (aquellas tardes de verano jugando en el parque…) que acabo de redescubrir y que ahora, con la perspectiva del tiempo y la madurez, puedo valorar mucho más. Además, que durante los últimos años y gracias al boom de sagas literarias, cinematográficas y el mundo de los videojuegos… todo este denso mundo de fantasía que antes era mirado con rareza, ha sido dignificado y hecho mainstream, borrando con ello ese antiguo halo negativo.
Magic tiene una historia que se remonta a 1993, siendo el mayor juego de mesa y cartas coleccionables del mundo y sus varios de miles de cartas publicadas recogen el trabajo de cientos y cientos ilustradores (que es una de las razones por las que me fascina) situadas en diferentes universos que se van publicado en formas de ediciones y expansiones. En definitiva, una frikada de las grandes no solo visualmente sino en cuanto al juego, las mecánicas, la comunidad y también la economía, teniendo en cuenta que como artículo coleccionable se puede comprar y vender con precios que se revalorizan.
Salir del mundo del diseño hecho para diseñadores, y meterse de lleno en el “mundo real” (muy entre comillas, más aún cuando estamos hablando de un juego de rol) es también una buena forma de desconectar y refrescar la mente. El diseño hecho para entretener, disfrutar y unir a las personas de una forma social y gamificada quizás no resuelva ningún problema vital, pero que ayuda a crear diversión. Y eso, es también inmensamente necesario.
❖ ¿Tienes una lista de Spotify que te guste escuchar cuando trabajas?
Desde la pandemia, cada año voy generando una lista nueva que refleja mis destacados de esos 365 días. A 2023 le toca: Corona is just a beer now
Aparte de eso, últimamente estoy usando esta joyita que encontré por Spotify y que recoge la banda sonora de Stardew Valley, un precioso y relajante videojuego indie sobre gestionar tu propia granja. De verdad, esta playlist solo puede darte la felicidad que necesitas cuando el día va mal:
❖ ¿Qué tres libros o pódcast recomendarías a otros diseñadores?
- ¿Qué ocurre mientras lees? Tipografía y Legibilidad – Gerard Unger. La mejor manera de comprender por qué las letras y su elección son tan importantes y cómo afectan a la legibilidad y al cerebro humano.
- El trazo. Teoría de la Escritura – Gerrit Noordzij.La visión de la tipografía en la que he sido educado en Holanda y en la que más creo. Un acercamiento histórico, cultural y metodológico a como el trazo de las herramientas tradicionales de escritura definen la lógica de la tipografía moderna.
- National Letters – Marek Nedelka. Un repaso a la manera en que las letras, los alfabetos y lenguajes han jugado un importante papel en la creación de estados e identidades nacionales.
❖ Antes de terminar, ¿hay algo que quieras promocionar?
Sin que suene de autobombo (que lo es) puedo promocionar mis links a Twitter e Instagram. No tanto por el contenido que publico (muy variado en todos los sentidos) sino porque a menudo me contactan estudiantes o diseñadores preguntándome sobre consejos acerca de cómo formarse en tipografía y siempre estoy encantado de responder vía redes sociales y conectar ahí conociendo gente maravillosa! Quizás alguno de los lectores de uiFromMars se haya quedado con alguna duda que estaré encantado.
¡Gracias!