Diseña en función de la madurez de la empresa
Durante mis +10 años de experiencia laboral en diseño me he encontrado con multitud de empresas y maneras de entender el diseño.
Si algo he aprendido estos años es que la madurez de la empresa respecto al diseño es un elemento que no puedo ignorar si quiero evitar tirarme de los pelos a los pocos meses de iniciar un trabajo o un proyecto.
Design Ladder: la madurez del diseño en la empresa
En 2001 el Danish Design Center desarrolló la llamada Design Ladder, un modelo comunicativo que permitía ilustrar cómo las empresas utilizaban y entendían el diseño.
Este modelo está basado en la hipótesis de que existe un enlace positivo entre la obtención de ingresos altos y la potenciación el diseño.
Estos son los cuatro peldaños que tiene la Design Ladder. Te los contextualizo con ejemplos un poco más prácticos, para que veas por donde encarar un proyecto que tenga esas características.
Cómo diseñar en función de la madurez en diseño de una empresa
1. No-diseño
El diseño es algo invisible: puede no existir equipo de diseño como tal (o incluso diseñadores) y las decisiones se toman en base a la opinión de aquellas personas involucradas en el producto, por ejemplo desarrolladores, project managers, marketing, etc.
Por supuesto, en este peldaño la perspectiva del usuario tiene muy poca importancia (si llega a tenerla).
Es posible que estés trabajando en una empresa en la que nunca han tenido diseño y tú eres el primer perfil que contratan. Puede ser que hayan dado este paso porque alguien se lo ha dicho o porque ven que es una posición demandada, pero es bastante probable que no sepan qué puedes ofrecerles.
Este será el momento de hacer mucha pedagogía y explicar el razonamiento que hay detrás de cada decisión que tomas y de cada diseño que propones. Para ti puede ser evidente que un diseño tiene que ser de una manera concreta, pero recuerda que hablas con perfiles que no tienen tus conocimientos.
Este artículo que escribí sobre explicar el valor del diseño puede servirte.
2. El diseño sirve para dar forma
Se percibe el diseño como una profesión que sirve para «poner las cosas bonitas», es decir, solo sirve hacia el final del proceso y solo dar forma, no función. A menudo se externaliza.
En este peldaño ya es evidente que «el diseño sirve para algo», pero lo valoran sólo por su capacidad de hacer un producto estéticamente atractivo.
Aquí, más allá de hacer pedagogía, es momento de explicar que más ofrece el diseño.
He estado en empresas en que estaban en este peldaño y lo que opté por hacer es buscar aliados. Siempre suele haber perfiles que comprenden mejor el rol que la mayoría de la compañía y pueden ayudarte a entrar antes en los procesos.
No estoy diciendo que pidas estar en todas las reuniones, pero sí colaborar más con desarrollo, marketing y otros equipos. El diseño no funciona de forma aislada y no es «la última capa del producto».
3. El diseño como un proceso
Las empresas que están en este peldaño perciben el diseño, no como un resultado final, sino como un rol que se integra en etapas tempranas de la ideación, conceptualización y desarrollo de un producto.
Evidentemente ya se tiene en cuenta, en mayor o menor medida, la perspectiva del usuario, que también se integra en el proceso.
Muchas de las empresas que buscan perfiles, especialmente las tecnológicas, están ya en este peldaño. En mi opinión aquí también se trata de hacer pedagogía del diseño: cuantas más personas de la empresa comprendan la disciplina, más fácil será el trabajo y la relación entre los distintos perfiles y equipos.
4. El diseño como estrategia
Como diseñador trabajas muy cerca del management de la compañía o C-level (CTO, CPO…) para repensar la estrategia del negocio.
El foco aquí es ayudar a establecer cómo la estrategia y el proceso de diseño encaja con los objetivos de la compañía.
Conclusión
Identificar en qué punto se encuentra una empresa respecto al diseño no es una tarea demasiado difícil, ya que es suficiente con observar la cantidad de perfiles existentes y si se tiene en cuenta o no su opinión.
Ten en cuenta también que dentro de una misma compañía puede haber perfiles que estén en un peldaño diferente que otros (y la compañía como conjunto puede estar en otro).
Estuve en una empresa de perfumes que me contrató para hacer las prácticas de diseño. Me encargué de hacer la página web, mientras una compañera mía (que estudiaba conmigo), se encargaba del diseño del packaging de los perfumes.
Al principio todos entendían qué hacía ella, pero casi nadie entendía qué hacía yo. Ten en cuenta que te hablo de 2009, cuando todavía había muchas empresas que no entendían para qué necesitaban una web o por qué necesitaban un perfil en Facebook. Con el paso de los meses y después de ver el trabajo que hacía con la web se dieron cuenta de que necesitaban este tipo de diseño. Quienes vieron el valor de mi trabajo desde el inicio fueron los perfiles de marketing digital y los que menos, quienes estaban más cerca del producto físico.
Probablemente pensarás que nos pasamos la vida explicando qué hacemos… para algunos quizás estoy exagerando, pero creo que es más arriesgado esperar a que mágicamente el resto entienda nuestro trabajo.