Despidos masivos en diseño: planifica antes de que pase y después
A finales de octubre de 2022 se hizo efectiva la compra de Twitter por parte de Elon Musk. A principios de noviembre de 2022 fui parte de los despidos masivos que hubo en la compañía, algo que de alguna manera me enganchó con el pie cambiado.
No fue mi único despido, pero sí el primero que fue masivo y con poco tacto.
Hoy escribo sobre esa experiencia y comparto algunas reflexiones que pueden servirte para prepararte para un despido, o para sobreponerte a uno.
¡Vamos allá!
Despidos en tecnología: hablemos de números
Según layoff.fyi, desde 2020 se han despedido a unas 600.000 personas que trabajaban en empresas tecnológicas. Naturalmente todos los perfiles no son de diseño, pero aun así la cifra es inquietante.
Si miramos por industrias, parece que las empresas tecnológicas que se dedican al retail, las de consumo (aquí entraría Apple, Tesla, Amazon, Microsoft…), las enfocadas en hardware y por último las relacionadas con la comida.
Estos despidos masivos suceden por varias razones, aunque a menudo es una combinación de todas:
- Cambios en la dirección de la empresa, que obliga a hacer reestructuraciones internas
- Redundancia de puestos, que de forma breve significa que hay “puestos repetidos”
- En las empresas cotizadas, presión por parte de los inversores
- Componentes externos, como una economía global inflacionaria y reducción del consumo
- Se contrató a demasiadas personas durante la pandemia
Sea cual sea el motivo, desde 2020 nos hemos dado cuenta, de repente, que trabajar en el sector tecnológico no significa tener un empleo a prueba de despidos masivos.
Cómo prepararse para un layoff (despido)
Recuerdo muy bien el despido de Twitter, porque muchos compañeros perdieron de la noche a la mañana el acceso a todo su trabajo. No tenían nada que utilizar para su portfolio.
Aunque difícilmente podrás predecir un despido (y menos si es masivo), sí hay buenas prácticas que puedes mantener para cubrirte las espaldas:
- Exporta diseños y documentación. Casi todo lo que tenemos ahora está en la nube. Cuando te echan sueles perder acceso inmediatamente, lo que significa que no tendrás nada. Implementa el hábito de descargar archivos fuente de vez en cuando. Envíatelos por AirDrop o súbelos en Google Drive a una cuenta a la que tengas acceso. Las empresas pueden rastrear si conectas memorias USB.
- Documenta tu progreso. Te ayudará a estructurar mejor los case studies de tu portfolio. Especialmente si son proyectos que has hecho hace tiempo.
- Crea y mantiene una red de contactos. Como te conté, se estima que el 70-80% de las ofertas de empleo no llegan a publicarse, porque se cubren con contactos. No hace falta que tengas una red enorme, pero sí es una buena práctica conocer a otras personas del sector.
- Conecta con tus compañeros. Nos acostumbramos a hablar con ellos a través de Slack o correo electrónico, pero muchas veces no sabemos cómo contactarles una vez estamos fuera del sistema. Añádelos a LinkedIn o síguelos en otras redes sociales.
- Contesta a reclutadores. Si tienes trabajo es posible que los ignores, pero no está de más escucharles y tener una forma de acceder a ellos cuando lo necesites.
- Familiarízate con la legislación de tu país. Aunque no hace falta que te lo sepas de memoria, deberías tener algunas nociones de “qué pasa cuando te despiden”. ¿Qué tipos de despidos hay? ¿Qué trámites hay que seguir? ¿En qué casos es ilegal un despido? ¿Qué puedo y qué no puedo hacer?
Qué hacer después de un despido
Un trabajo nos da muchas cosas más allá de la estabilidad financiera. Generan una conexión muy fuerte con nuestra propia identidad, hasta el punto en el que nuestra autoestima está muy ligada a nuestro empleo.
Además, la sociedad tiende a valorarnos por el tipo de empleo que tenemos, el rango y la empresa en la que trabajamos. Tener un “buen” trabajo nos hace más aceptables frente al resto.
Por esto es tan duro que te despidan. Por un momento no sabemos quienes somos. Fíjate en qué contestas cuando te piden que te presentes: fácilmente dirás primero tu profesión o donde trabajas.
Algunas directrices para guiarte en estos momentos:
- Tómate tu tiempo para encajar el golpe. Que te despidan no significa que seas un fracaso. Te parecerá un ataque personal, pero en realidad “solo” son negocios.
- Suele dar igual que tengas un rendimiento y buen feedback. Eso no se mira cuando se trata de despidos masivos.
- Espérate a compartirlo a los cuatro vientos. Busca primero el apoyo de tu red más cercana.
- Reflexiona y piensa qué quieres hacer. Quizás es un buen momento para probar en otro sector, formarte o incluso llevar a cabo esa idea que tenías.
- Con la legislación laboral de tu país en la mano, sigue los pasos que te indiquen.
- Planifica tus finanzas: ten claro cual es tu “fecha límite” para encontrar un trabajo. Tendrás más claro cómo organizarte y qué presupuesto tienes.
- Empieza a reactivar los contactos poco a poco, y ponte a trabajar en actualizar y preparar tu portfolio.
Apuntes finales
El despido de Twitter fue el que me enseñó todo esto. Recuerdo muy bien el día que era, cuatro de noviembre. Acababa de despertarme, lo que significaba que en San Francisco eran las 11 de la noche. Empecé a ver los mensajes de los grupos de Signal que teníamos. Abrí el correo y me di cuenta que me habían echado, como a casi todo mi equipo. Así, sin más.
Golpes como esto te enseñan mucho, aunque obviamente no es agradable que te despidan. Requiere mucha madurez tomárselo bien y seguir el proceso con tranquilidad. En aquel momento no hice ni una cosa ni la otra, porque de repente vi como me «robaban» un sueño. Tardé muchas semanas en procesarlo y literalmente pasé por todas las fases del duelo: la negación, la ira, la negociación, la depresión y la aceptación.
Tampoco hay que trabajar cada día pensando en que te van a despedir, pero prepararse para ello te garantiza que, como mínimo, no perderás todo tu trabajo y que te lo estás poniendo más fácil para buscar el siguiente.